Mutismo Selectivo

mutismo 3Si hablamos de mutismo selectivo, muchos piensan en que se trata de algo voluntario. Nada más alejado de lo que es.

Tratando de dar una definición sencilla, el mutismo selectivo se podría definir como la dificultad para comunicarse verbalmente (incluso también no verbalmente en casos serios) que presentan los niños en medios que no le son familiares o no conocidos. Cabe resaltar que en ámbitos familiares (casa, familia, etc.) si se desenvuelven verbalmente con normalidad, aunque suelen tener rasgos de temperamento que tienden a la timidez, la dependencia, el perfeccionismo o retraimiento. Esta situación se puede presentar con algunas personas específicas, no necesariamente con todas las personas del mismo entorno que le resulta poco conocido al niño.

Aparentemente el mutismo selectivo es poco frecuente. Aunque la incidencia varía entre el 0.1 y 2.2% en menores de 15 años, no parece ser un dato exacto (entre otros motivos porque no se hace evidente en casa y en la escuela son niños que no generan “problemas”). A la definición inicial propuesta en las primeras líneas, debemos agregar el concepto de temporalidad. Es esperable que los niños en situaciones nuevas no hablen o se muestren más retraídos. Esto con el paso del tiempo debería disminuir y hasta desaparecer, al tener mayor relación y contacto con las personas que esta interactuando. Es recién después de un mes de comprobar que no mantiene comunicación verbal con el entorno (colegio, compañeros de clases y más frecuentemente profesores) que podríamos hablar de mutismo selectivo.

También al hablar sobre el tiempo, debemos mencionar que la edad de inicio oscila entre los 2 y 5 años, muy raramente aparece luego de estos años y si se identifica en los años posteriores, probablemente comenzó antes.  Por supuesto como debemos aclarar, el mutismo selectivo no debe de estar causado por un trastorno específico en la comunicación (aunque pudieran coexistir) y tampoco ser parte de otro trastorno mental, como por ejemplo el autismo.

mutismo selectivo 2Son niños con gran carga ansiosa, es más, el mutismo selectivo estaría englobado en los trastornos de ansiedad. Al punto que el mayor porcentaje de niños con mutismo selectivo padecen de ansiedad o fobia social. Hay autores que piensan que el mutismo selectivo es una forma de presentación de la fobia social, por la alta comorbilidad (90%). Es más frecuente en niñas y existiría una predisposición genética del mismo. También hay que tener claro que, como síntoma de otro trastorno es mucho más frecuente que como situación individual, es decir que cuando estamos frente a un niño con mutismo selectivo  tenemos la obligación de descartar otros trastornos que pudieran estar produciéndolo, antes de pensar en el diagnóstico de mutismo selectivo per se.

El mutismo es SELECTIVO y no electivo. El trastorno, identificado en el siglo XIX y descrito como una falta de discurso voluntaria, se llamó “mutismo electivo” en la década de 1930. Desde los años 70 del siglo pasado se le dio el nombre actual: Mutismo Selectivo.  Y es que no existe voluntariedad en el mutismo y esto es muy importante tenerlo en cuenta. Son niños altamente sensibles y con gran capacidad de empatía y reconocimiento de las emociones de los demás, estando muy pendientes de lo que hacen o dicen los otros. Tenemos que insistir que lo que prima en esta situación es el miedo, aun cuando a los mismos pacientes les cueste expresarlo cuando se les pregunta. Podrían algunos comunicarse no verbalmente, en las situaciones que les es difícil hacerlo verbalmente, pero no es la norma y hay niños que no logran la comunicación más básica, haciendo de esto una situación altamente compleja.

Sobre las causas no hay nada claro, pero un entorno estresante podría ser un factor de riesgo. No hay evidencia suficiente para pensar que este en relación con abusos, negligencia o algún trauma. Otros factores de riesgo son la genética, el temperamente (ansioso o inhibido) y el medio ambiente (como ser bilingüe o migrante).

Como refieren con claridad Oerbeck B, Manassis K, Overgaard KR, Kristensen H. en el capítulo sobre Mutismo selectivo del Manual de Salud Mental Infantil y Adolescente de la IACAPAP: “Los pocos estudios de seguimiento disponibles muestran que, aunque los síntomas del mutismo selectivo pueden disminuir con el tiempo, en algunos casos persisten. Cuando son adultos, estas personas frecuentemente sufren problemas de comunicación y ansiedad social, y tienen mayor riesgo de sufrir otros trastornos psiquiátricos (Remschmidt et al, 2001; Steinhausen & Juzi, 1996). Sin embargo, la presión a hablar disminuye, dado que los adultos pueden elegir más fácilmente con quiénes quieren estar, y qué quieren hacer.”

Al ser un trastorno de la ansiedad el tratamiento va por ese camino, disminuir la ansiedad, trabajar autoestima, confianza, terapia para el manejo de situaciones estresantes. El objetivo no es que el niño hable o que hable con el terapeuta, el objetivo es disminuir la angustia y miedo que sienten. Al disminuir la angustia y trabajarse en la confianza, debería darse como consecuencia una mejora en la comunicación. Implicando a la familia y el colegio en el tratamiento.

Las diferentes terapias que se pueden utilizar (Por ejemplo la terapia cognitivo conductual, haciendo énfasis en lo conductual, la terapia conductual integrada de Lindsey R Bergman, el tratamiento de la Ansiedad de la Comunicación Social S-CAT, de Elisa Shipon-Blum o la intervención basada en el hogar y en la escuela de Hanne Kristensen et col) pueden ir de la mano del tratamiento farmacológico. En este último se prefieren los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

Para cerrar esta pequeña revisión, queremos insistir en que los niños con mutismo selectivo suelen ser altamente sensibles y con gran capacidad de empatíamutismo_selectivo_1 y reconocimiento de las emociones de los demás, no presentan esto de manera voluntaria y que en su recuperación necesitan la ayuda y participación de todo el entorno (casa, amigos y colegio).